La víctima de este hecho de sangre fue Jonathan Aguilar Méndez, policía en servicio activo con el rango de cabo primero, que pertenecía a la Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO) de la zona 5 (Subzona Guayas). La Policía no descarta que a Aguilar lo hayan matado por su trabajo en la institución. El uniformado deja varios menores en la orfandad.
El gendarme murió al recibir al menos quince impactos de bala mientras jugaba naipes a pocos metros de su vivienda, en las calles 36 y Sedalana, en el suburbio de Guayaquil, cerca de las 22:00 del martes 12 de octubre.
Según las primeras versiones, el asesino habría merodeado el sector minutos antes del crimen a bordo de una motocicleta y era escoltado por un Chevrolet Suzuki SZ color gris, conducido por un individuo acompañado de una mujer.
El policía, que tenía días de descanso médico, fue trasladado al hospital Guayaquil, donde los médicos constataron que ya no tenía signos vitales y que el cuerpo presentaba quince orificios de entrada y de salida.
Personal de la policía, llegó al lugar para levantar indicios balísticos que conduzcan a pistas para dar con el paradero de los responsables de este hecho de violencia. Con la muerte del cabo Aguilar ya son siete los policías asesinados en lo que va del 2021 en la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón). (I)