En un cementerio de Daule, en la provincia del Guayas, fueron sepultados 48 cadáveres que reposaban en el Laboratorio de Criminalística de Guayaquil hace dos años, desde inicios de la pandemia del COVID-19 en Ecuador. El efecto se realizó por orden de la Fiscalía General del Estado (FGE).
Los 48 cuerpos corresponden a víctimas de coronavirus que no tienen identificación, pese a que el Servicio Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses los cotejó con muestras entregadas por ciudadanos que buscaban a sus seres queridos extraviados por el mal tratamiento que se les dio a los cuerpos, entre marzo y abril de 2020.
“Están agotadas todas las pericias (…). Mantener los cuerpos aquí ya no tenía ninguna finalidad puesto que ya tenemos en una base de datos el perfil biológico”, dijo a Ecuavisa, Fabiola Robalino responsable del Laboratorio de Criminalística en Guayaquil.
Funcionarios de esa institución analizaron 234 cadáveres procedentes del Puerto Principal, Durán y Samborondón. De ese total, 176 fueron identificados, 48 ya fueron inhumados y se tiene previsto que otros 10 sean sepultados en los próximos días.
Billy Navarrete, del Comité Permanente de Derechos Humanos, organismo que acompaña a los allegados de las víctimas, espera que las inhumaciones no sean “un paso hacia la impunidad”. (I)
Fuente: Ecuavisa