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La popular ‘Muralla’, Mirella Vera, dejó atrás las humillaciones de las personas debido a su adicción a las drogas como; el ‘polvo’, ‘pipa’ y ‘pistola’, tras aceptar la ayuda de Jaccely Bustamante a través del proyecto social Una Oportunidad para Cambiar, el cual lidera de manera individual.
Luego de cuatro meses sin consumir drogas tras ingresar al Centro Especializado de Tratamiento para Mujeres Adictas a las Drogas “Sembrando Esperanza”, Mirella tuvo la confrontación con sus hijas, quienes expusieron todo el sufrimiento que padecieron cuando ella estuvo deambulando por las calles debido a su adicción.
La concejal de Babahoyo, Jaccely Bustamante, también participó en esta terapia de confrontación, además verificó el avance en el tratamiento de rehabilitación de Mirella.
Jonathan Quiñonez, terapeuta vivencial del centro de rehabilitación, comenta que Mirella llegó en condiciones difíciles, “ha tenido un proceso duro, pero hemos logrado que recupere su forma de pensar, su estado emocional y sus ganas de vivir”. Mirella ha enfrentado momentos complicados hasta aceptar su problemática, porque se reusaba al cambio, sin embargo, “la terapia psicológica, vivencial, ocupacional y espiritual ha funcionado, hemos logrado que tenga pensamientos positivos, de optimismo, que la impulsen a un nuevo rumbo de vida”.
Naika Rizzo directora general del CETAD Sembrando Esperanza, señaló que lograr un cambio en Mirella fue complicado, porque “es una mujer de 46 años y es difícil cambiar sus pensamientos y modificar ideas erradas que ha tenido por más de 12 años consumiendo drogas. Gracias a Dios se ha logrado más allá del cambio físico, ahora tiene pensamientos positivos, mentalidad de superación y emociones”.
Actividades
En el centro de rehabilitación, las mujeres distribuyen su tiempo en varias actividades ocupacionales como; talleres de belleza, maquillaje, primeros auxilios, dibujo, bailoterapia, deporte y de manera complementaria también han compartido fechas especiales, viajes recreativos a la playa, en el que han disfrutado sin ninguna sustancia, agrega Rizo.
Sarahí Ochoa de 24 años, hija de Mirella, entre lágrimas afirma que el cambio de su progenitora es positivo, “la veo mejor, pero le falta recuperarse. Mi madre es una mujer fuerte, siempre se lo he dicho”, agrega Sarahí, quien espera borrar el pasado para tener una nueva vida con sus hijos y madre. Ellas anhelan trabajar juntas, recolectar dinero y comprar una casa. Así mismo, agradeció por todo el apoyo que ha brindado la concejala Jaccely.
“La fe mueve montañas y Mirella con la bendición de Dios lo logrará”, finalizó Jaccely Bustamante. (I)
Redacción: Bolívar Moyano – El Detective
